Las epidemias en Tulancingo

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Por Gloria Valencia Vargas

La peste o pestilencias son los nombres que desde los tiempos bíblicos se designaron a las epidemias. Antiguamente eran atribuidas; a los malos espíritus, vapores malsanos o a la ira divina.

Lo cierto es que las enfermedades constituyen uno de los grandes temores de la humanidad y en los tiempos pasados muchas de las causas eran desconocidas.

En América la influenza y la viruela fueron traídas por los españoles y diezmaron a gran parte de la población. Enfermedades como el sarampión causaron grandes estragos a nuestros pueblos a partir de 1531. El cólera morbus apareció en México en1833 y se extendió a la provincia.

Por supuesto que la región de Tulancingo no ha escapado a estas calamidades. En octubre de 1918 la influenza española azoto a Tulancingo y estados vecinos.

“En octubre de 1918 se desato la influenza española, epidemia que diezmo  a la ciudad. Era terrorífico ver carros llenos de cadáveres que después quedaban insepultos en el panteón dándose el caso de que se llevaban hombres agonizantes que regresaban del cementerio a sembrar el terror y el pánico hasta originar por fuertes impresiones, muertes entre sus compañeros; Estos casos dantescos se registraron entre las fuerzas del destacamento Federal.”  TULANCINGO Y SUS ALREDEDORES  por Roberto Ocàdiz, 1940.     

“Los carro  pasaban dos veces al día a las once de la mañana y a las cinco de la tarde, tocaban con una pequeña campanita para recoger los cadáveres que eran depositados en la fosa común” Noelia Vargas Torres.

En el libro de defunciones de los años de 1918-1919 de Chignahuapan Puebla; de octubre de 1918 a enero de 1919, se registraron 1500 muertes, mil doscientas a causa de la influenza, doscientas a fiebre y pulmonía y cien a otras causas.  Se dice que la pandemia de influenza española cobro la vida de seis millones de personas en todo el mundo.

Hoy en este año de   2020 el covid-19 nos está haciendo padecer  por la incertidumbre y desesperanza. Hasta la próxima.

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